Pulsa fuera para salir.

15/12/2003

Esperanza Aguirre demuestra su falta de respeto a los medios públicos al imponer un nuevo director general de RTV Madrid

Madrid, 15 de diciembre de 2003. (Comunicado de la Junta Ejecutiva del SPM).

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, ha impuesto al que fue su jefe de prensa en el Ministerio de Educación y Cultura y en el Senado, el periodista Manuel Soriano, para el cargo de director general de Radio Televisión Madrid. Este nombramiento es una primera muestra del talante poco pluralista con el que Aguirre trata a los medios de comunicación públicos.

Sin poner en duda los méritos profesionales de Manuel Soriano, un periodista con una dilatada trayectoria, lo cierto es que el hecho de que durante varios años haya sido la persona de máxima confianza de Esperanza Aguirre en sus relaciones con los medios de comunicación hará que sobre la radio y la televisión autonómicas madrileñas recaiga, a partir de ahora, la sospecha de que están al servicio de la presidenta de la Comunidad.

En una democracia son muy importantes las formas, y en este caso Esperanza Aguirre no las ha respetado. Ni siquiera se ha cumplido el plazo de 48 horas que, según el reglamento de la radiotelevisión madrileña, debe mediar como mínimo entre la constitución del Consejo de Administración y su primera reunión, en la que fue elegido Soriano.

El hecho de que otros dirigentes socialistas hayan actuado de la misma manera en ocasiones anteriores, como se ha argumentado, no sirve para justificar un nombramiento que va a extender un permanente manto de sospecha sobre Telemadrid y sobre la radio autonómica madrileña.

El Sindicato de Periodistas de Madrid (SPM) lamenta que la nueva presidenta de esta Comunidad haya demostrado, en su primera actuación en esta materia, tan poco respeto hacia unos medios de comunicación públicos que deben estar presididos por el pluralismo informativo. A partir de ahora, a pesar de la profesionalidad de los trabajadores y trabajadoras de la radio y la televisión autonómicas madrileñas, y también de la de su nuevo director general, la información que faciliten esos medios estará siempre bajo la sospecha de que sirve a los intereses partidistas de Esperanza Aguirre y no al interés común de la ciudadanía de Madrid.

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