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24/08/2005

De nuevo, contra la agresión a un fotógrafo

Barcelona, 10 de agosto de 2005.Sindicat De Periodistes De Catalunya

El Sindicat de Periodistes de Catalunya denuncia con la máxima firmeza posible las agresiones sufridas por el fotógrafo de La Veu de l’Ebre Jordi Miquel Mas mientras tomaba imágenes del Correbou celebrado en el barrio de Jesus i Maria de Deltrebre durante las fiestas del municipio del pasado fin de semana. Los hechos sucedieron el pasado domingo día 14 de agosto cuando Mas estaba encaramado a un muro para fotografiar el correbou. Un empresario local, Tomàs Pinyol, lo hizo caer y le golpeó varias veces provocándole la fractura de una costilla para terminar remojándolo a él y a su equipo fotográfico, con los daños en el instrumental laboral que ello supone y que en estos momentos aún se están evaluando. La agresión ya ha sido denunciada ante la Guardia Civil.

El SPC muestra la máxima solidaridad con el compañero agredido a quien ofrece toda la ayuda necesaria en las acciones que emprenda para depurar las responsabilidades del caso. Al mismo tiempo, también recuerda que no es la primera vez que sucede un hecho como este en el transcurso de un correbou en las comarcas del Ebro. En el pasado mes de julio, en l’Ampolla, fue atacado el corresponsal de El País y pocas semanas antes también lo fue en Altafulla el corresponsal de El Periódico. Estos ataques no son sólo una acción contra los profesionales de la información que los sufren sino que también lo son contra un derecho fundamental de la ciudadanía como es el derecho a ser informado. Los periodistas que cubren los correbous no son parte implicada en el debate social sobre el maltrato a los animales, simplemente captan la realidad de los hechos para mostrarla a la opinión pública. Su tarea tampoco supone ningún ataque a les comarcas del Ebro –como se esgrime desde algunos círculos de los defensores de los correbous– porqué los periodistas están donde el interés público de la noticia les reclama.

El Sindicato muestra una vez más su preocupación por el hecho que en los últimos meses se han incrementado de manera notoria los ataques contra los periodistas por parte de personas que creen que el mensajero es el responsable de sus problemas. Al margen de los hechos de Deltebre, l’Ampolla y Tarragona, también lo hemos visto, entre otros lugares, en Castellón, Murcia o Guadalajara, a raíz de distintos casos que han sido noticia en los medios de comunicación.

El SPC reclama a las autoridades más rigor en impedir situaciones de este estilo y revalida su defensa del derecho a la información de la ciudadanía y por lo tanto del derecho de los periodistas a poder trabajar libremente en todos aquellos escenarios que la actualidad informativa lo reclame, a pesar que colectivos marcadamente minoritarios que existen en todas partes les quieran hacer culpables de sus males particulares.

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