Pulsa fuera para salir.

25/11/2013

La FeSP, más activa ante los nuevos retos del periodismo

Por Agustín Yanel, secretario general de la FeSP

¿Qué papel corresponde a los sindicatos de periodistas en la sociedad actual ¿Deben limitarse a negociar convenios colectivos y a intentar mejorar las condiciones de trabajo en las empresas o, además, tienen que atender a los llamados periodistas sin redacción, cada vez más numerosos? ¿Tienen que conformarse con mantener los derechos conseguidos durante años, para que no se pierdan con la excusa de crisis y la ayuda de nuevas leyes, o están obligados a pelear para conseguir otros? ¿Pueden defender los intereses de los profesionales que, al no tener trabajo, se convierten en autónomos o ponen en marcha cooperativas, o deben considerar a éstos como pequeños empresarios con capacidad para contratar a trabajadores y, por ello, fuera del campo de acción de las organizaciones sindicales? ¿Tienen que asumir sin rechistar los cambios tecnológicos cuando empeoran las condiciones de trabajo, negarse a ellos o intervenir y negociar para que esos cambios sean positivos y no perjudiquen a los trabajadores?

Éstas y otras muchas preguntas se las han planteado los sindicatos que integran la Federación de Sindicatos de Periodistas (FeSP) en su III Congreso, celebrado en Madrid el 19 y 20 de octubre con el lema Nuevos retos, nuevas respuestas. La respuesta ha sido clara: nuestros sindicatos, por una parte, deben continuar con sus objetivos tradicionales para mejorar las condiciones laborales y profesionales de los trabajadores; pero, al mismo tiempo, tienen que defender y dar respuestas a los periodistas sin redacción, los free lances, los autónomos y cooperativistas, los colaboradores a la pieza o los del llamado tercer sector; tienen que afrontar con seriedad y rigor los cambios tecnológicos, para evitar que solo beneficien al empresario a costa de empeorar las condiciones de trabajo; deben implicarse más con la ciudadanía en la reclamación del derecho a recibir información veraz, plural y de calidad, y asimismo en sus protestas contra unos recortes y decisiones gubernamentales que perjudican a todos, también a los profesionales de la información…

En definitiva, los sindicatos de la FeSP tienen que ser agentes activos en el cambio que se está produciendo en esta profesión, participar en él y no quedarse viendo cómo llega, sufrirlo, lamentarse y tomar nota de que ha llegado. Nosotros no podemos limitarnos a levantar acta del desastre, sino que estamos obligados a actuar para paliar en lo que podamos sus efectos, buscar soluciones para que no se repita y defender un periodismo digno y de calidad al servicio de la ciudadanía y de la democracia.

Pero el trabajo de la FeSP y de sus sindicatos no puede quedarse en eso, aunque ya es mucho. Nuestra joven federación -tiene solo 12 años de vida- se ha consolidado y es un referente para muchos profesionales, con 3.000 afiliados y cerca de 300 representantes en comités de empresa y delegados de personal. Pero estamos presentes únicamente en siete comunidades autónomas, por lo que otro de nuestros objetivos es extendernos, para dar respuesta a los trabajadores de otras autonomías que nos han pedido un sindicato FeSP en su territorio y a todos los del sector.
Los sindicatos de la FeSP seguirán defendiendo lo mejor que sepan y puedan -tanto en la parte laboral como en la profesional, que con ese objetivo nacimos en 2001- a quienes trabajan en los medios de comunicación, a quienes no pueden hacerlo porque están en paro y a los periodistas sin redacción, autónomos, cooperativistas, colaboradores o free lances; van a continuar denunciando todo lo que consideren injusto o perjudicial para los trabajadores y la ciudadanía; van a mantener su implicación en movimientos ciudadanos como la Cumbre Social o el Foro Social, y en en colectivos profesionales como el Foro de Organizaciones de Periodistas (FOP), el único grupo unitario de la profesión…

Todo este trabajo, imprescindible para impedir que las condiciones de trabajo en los medios de comunicación se degraden todavía más -y, con ello, la calidad de la información que debemos ofrecer a la ciudadanía- sólo es posible con sindicatos fuertes e independientes. Y esto únicamente se consigue con la afiliación

Todavía hay quien se plantea una pregunta: en medio de denuncias y auténticas campañas de desprestigio y acoso contra los sindicatos mayoritarios, y con unas leyes que benefician de manera escandalosa a los empresarios frente a los trabajadores y sus representantes, ¿sirven para algo los sindicatos? No hay duda: rotundamente, sí. Una persona sola y sin organizar tiene poca fuerza frente a los abusos y las injusticias, pero si pertenece a un sindicato tiene más; si éste forma parte de una federación, su fuerza aumenta; y si esa federación, como es el caso de la FeSP, está integrada la Federación Internacional de Periodistas y es una de las pocas que puede distribuir en España el prestigioso carné internacional de prensa de la FIP, la fuerza se multiplica. Por eso hay que afiliarse, sin esperar a que llegue el momento en que en tu empresa te anuncian un expediente de regulación de empleo y te dicen que te van a despedir.

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