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26/09/2018

La externalización en los medios degrada el empleo, las condiciones laborales y la calidad informativa

Un seminario en Barcelona analizó también las consecuencias de la subcontratación en el colectivo de camareras de piso: jornadas muy superiores a sus contratos y problemas de salud por el fuerte ritmo de trabajo

26 de septiembre de 2018

El pasado día 21 se realizó en Barcelona la Mesa «La subcontratación en el sector de los medios de comunicación», celebrada dentro del Seminario «Las relaciones laborales frente al reto de la externalización» que se desarrolla en el marco del proyecto RECOVER. Este programa analiza en cinco países cómo el crecimiento de la externalización está provocando problemas de cobertura para los trabajadores y las consecuencias que tiene sobre sus condiciones de trabajo. Está coordinado por el Centro de Estudios Sociológicos sobre la Vida Cotidiana y el Trabajo (QUIT) de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y financiado por la Dirección General de Empleo, Asuntos Sociales e Inclusión de la Comisión Europea.

El seminario empezó con una mesa sobre «La externalización de las camareras de pisos en el sector turístico español», en la que participaron Cynthia Burgueño, portavoz del Colectivo Pan y Rosas, y Vania Arana, portavoz de la Asociación Las Kellys. Ambas destacaron la precariedad laboral que acarrea estas externalizaciones y reivindicaron una reforma del Estatuto de los Trabajadores que impida a las empresas externalizar aquellas actividades que les son propias. También denunciaron las extensas jornadas laborales, muy superiores a sus contratos de seis horas, y los problemas de salud causados por el ritmo de trabajo al que son sometidas.

Durante las dos mesas se constató que el objetivo de las empresas para impulsar procesos de externalización es la reducción de costes a base de precarizar el empleo y devaluar las condiciones de trabajo. En el caso del turismo, las compañeras explicaron cómo cualquier queja sobre el ritmo de trabajo, las condiciones laborales, o dolencias físicas causadas por ello, suelen ser motivo de rescisión del contrato.

Consecuencias desastrosas

En la mesa sobre medios de comunicación intervinieron Luis Palacio, director del Informe de la Profesión Periodística, y Francesc Ràfols, secretario de Organización de la Federación de Sindicatos de Periodistas (FeSP) y presidente del Sindicat de Periodistes de Catalunya / Sindicat de Professionals de la Comunicació (SPC)Palacio analizó en su intervención cómo se ha desarrollado la externalización en los medios de comunicación, y destacó que empezó en los años ochenta en los medios impresos. También detalló todo el proceso externalizador posterior, en el que constató que «sin que todos los ahorros conseguidos permitieran crear unas empresas más modernas y competitivas, el sector de los medios de comunicación se adentró en la crisis económica iniciada en 2008 con unas consecuencias desastrosas».

Palacio precisó que entre los años 2008 y 2015, según las estimaciones realizadas para el Informe de la Profesión Periodística, «desaparecieron en el sector de los medios en España no menos de 12.200 empleos, no solo de periodistas». Para hacerse una idea, añadió, «los principales grupos de comunicación públicos y privados tienen actualmente en plantilla 9.200 periodistas». Finalmente, explicó que «el 18% de los periodistas que participan en la encuesta dice que trabaja como autónomo,  pero integrado en la estructura de una empresa, es decir, es un falso autónomo».

Por su parte, Ràfols destacó en su intervención, que «la subcontratación sirve para que las empresas ahorren gastos de personal, reduciendo salarios, ya que las colaboraciones son a un precio inferior, y los salarios en las empresas subcontratadas, también. Estas deben hacer su negocio ofreciendo precios inferiores al gasto anterior del medio y pagando unos sueldos lo bastante bajos para que a ellas les quede un margen de beneficio que permita cuadrar los números». Explicó las distintas formas de externalización que se han producido en los medios de comunicación en España y afirmó que el resultado final de estos procesos es que el precio que se paga por ellos es «la pérdida de calidad en la información, ya que el trabajo lo hace menos gente –con jornadas más largas y más estrés– o personal totalmente ajeno a la dinámica de la publicación».

El secretario de Organización de la FeSP subrayó que otra consecuencia de las externalizaciones es debilitar la representación sindical y la negociación colectiva, porque las empresas «tienen menos gente en plantilla y, por lo tanto, disminuye la representación sindical. Ello conlleva una menor capacidad de presión laboral». También aparece un factor psicológico, porque «cuando se externaliza se genera una especie de miedo en las plantillas a perder el empleo y disminuye la combatividad de la gente».

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