Pulsa fuera para salir.

25/04/2006

Dos semanas después de la huelga generalizada en RTVE, hacen como que no se enteran

Madrid, 25 de abril de 2006 (sección sindical SPM-RNE)

La mínima sensibilidad democrática tendría que hacerles reaccionar ante el hecho de que miles de ciudadanos, concejales, alcaldes, diputados provinciales, autonómicos y nacionales se han pronunciado en contra del plan de la SEPI. Como se han manifestado también organizaciones sociales, todos los sindicatos en RTVE, sus federaciones estatales y sindicatos europeos y, desde luego, miles de nosotros con una huelga masiva. El propio grupo parlamentario socialista en el Congreso ha votado a favor de una resolución que pide primero la nueva ley y luego los planes de adaptación. Sin embargo, hacen como que no se enteran.

En los últimos días hemos leído y oído declaraciones como las de la secretaria de Política Económica y Empleo del PSOE, Inmaculada Rodríguez-Piñero, quien afirma que hay que “garantizar las condiciones financieras que hagan viable la empresa, aunque eso implique un ajuste en términos de plantilla”. Estamos de acuerdo en lo primero pero resulta incomprensible que se haga tanto hincapié en lo segundo porque lo que hace funcionar una empresa son sus trabajadores y este apartado supone sólo un tercio del coste total y nada sabemos del ajuste del otro 70%.

Hemos leído que el Consejo de Administración argumenta su apoyo a lo que llama “saneamiento” de RTVE en que es “difícil de mantener un ente público que tiene acumulado más de 7.551 millones de euros de deuda”, algo con lo que estamos de acuerdo, aunque resulta incomprensible que lo digan quienes llevan administrando RTVE los últimos 6 años.

Hemos leído que el Secretario General de la UER (Unión Europea de Radiotelevisión), Jean Réveillon, considera que “Francia e Inglaterra tuvieron que superar estos escollos –procesos drásticos para superar problemas financieros- y en España no me cabe la menor duda de que tiene que ser así porque de otra forma, no hay futuro”. Incomprensible que el señor Réveillon considere viable una BBC británica que duplica actualmente el número de trabajadores de RTVE y una radiotelevisión pública francesa que mantiene una amplia estructura territorial y una plantilla de 4.000 trabajadores más que los actuales en la española y que apoye el plan de la SEPI.

Hemos leído que la Vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, ha calificado como “antigua” a la plantilla de RTVE para un “modelo diferente” (¿qué modelo?), lo que nos resulta incomprensible ya que (simplicidad por simplicidad) nos vende la receta una responsable política de 57 años. Además, no entendemos entonces por qué les van a aplicar el ERE también a los más recientes y jóvenes contratados hasta alcanzar al 44% de la plantilla.

Parecida cantinela se la hemos oído a la Directora General, Carmen Caffarel (53 años), cuando ha dicho que el desafío se llama “modernización” porque hay que “ganar a la audiencia joven” y ser “líderes de credibilidad, calidad, objetividad y respeto al pluralismo”. Incomprensible que esto se pretenda lograr con un 44% menos de plantilla porque sabemos, quienes llevamos aquí desde hace varios ERE`s, que la reducción de trabajadores no sólo ha empeorado todos estos objetivos sino que, además, ha dejado la red territorial en mantillas, ha precarizado Radio Exterior y Radio3 y ha diezmado la parte técnica, con experiencias nefastas a diario; en consecuencia, nada, desde el archivo sonoro a deportes, pasando por programas o informativos, funcionará mejor con casi la mitad de la plantilla. Si fuera así ¿por qué esta dirección general mantiene a más de mil compañeros contratados?, ¿por qué está sacando producción fuera para las empresas privadas?, ¿todas realizan ideas brillantes que no se le ocurren a nadie de plantilla?. Si de lo que se trata es de rejuvenecer plantilla (dando por hecho, que es mucho dar, que todo profesional mayor de 50 años es inservible) ¿por qué el plan SEPI no incluye una cláusula expresa para que toda baja sea repuesta?.

Basta de falacias, todo ese modernismo sólo encubre un proyecto economicista y de desmantelamiento de lo público, de subcontratas, de empleos y sueldos precarios, de rancio capitalismo de máximos beneficios y despreocupación social. Ahí está el ejemplo palpable de “Aragón Televisión” (después de los de Baleares, Canarias y Murcia), emitiendo desde el pasado viernes, con el grueso de la programación entregado a una productora, los informativos a Mediapro y los servicios técnicos, también externalizados. De 300 empleos, sólo 26 (incluidos directivos) de plantilla.

Si el PSOE y su gobierno fuesen sinceros, tendrían que decir que su proyecto pasa por una RTVE residual frente a las privadas, por un mercado laboral de 10 y 12 horas de jornada a mil euros, por profesionales poco o nada especializados que elaboren contenidos superficiales, por medios de comunicación que hagan un espectáculo trepidante de todo y a todas horas, por productos de bajo coste y baja calidad, por el mínimo autoabastecimiento y la dependencia de los grandes grupos multimedia, por el amodorramiento social, etc. Eso es lo que ocurrirá en realidad si imponen el plan de la SEPI, aunque lo etiqueten como moderno. ¿O será la segunda oleada de postmodernidad después del nivel de tontería que dejó la primera?.

Por leer, hemos leído también dos informes jurídicos, a petición del Colegio de Periodistas de Cataluña, que señalan puntos de posible inconstitucionalidad en el proyecto de la SEPI, tanto en aspectos generales, relacionados con la función de servicio público de los medios de titularidad estatal, como en aspectos concretos en el ámbito de la comunidad autónoma catalana. Podéis leer un resumen de estos dos informes en la página web del sindicato y harían bien la propia SEPI y la Dirección General en echarles una ojeada porque la hierba de los jardines que están pisando, crece.

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