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17/07/2015

Críticas desmesuradas a la web «Versión Original» del Ayuntamiento de Madrid

2015-07-17 13_07_07-MadridVO _ El Ayuntamiento de Madrid en versión original

Para la Federación de Sindicatos de Periodistas (FeSP), es una herramienta de comunicación que se enmarca en la Ley de transparencia, acceso a la información pública y buen gobierno

Ante las reacciones de algunos colectivos periodísticos, tertulianos y medios de comunicación contra la web del Ayuntamiento de Madrid ‘Versión Original’, la Federación de Sindicatos de Periodistas (FeSP) manifiesta:

  • Son totalmente desproporcionadas muchas de esas reacciones y son peligrosos los argumentos utilizados en esas críticas legítimas. Algunos argumentos son contrarios al ejercicio del Derecho a la Información y parece que pretenden colocar a los periodistas y a los intereses de los medios por encima del resto de la ciudadanía.
  • Muchas de esas críticas parten del supuesto de que en España existe una democracia informativa real cuando está lejos de alcanzarla, según han puesto de manifiesto informes y pronunciamientos de distintos organismos independientes internacionales. En ellos se ha documentado la parcialidad de la información de los grandes medios de comunicación españoles y su alineamiento con sus particulares intereses económicos, legítimos pero de dudosa ética.
  • Suponer que una administración pública no debe dudar de la veracidad e independencia de los medios resulta insostenible cuando estudios como el Informe de la Profesión Periodística 2014, elaborado por la Asociación de la Prensa de Madrid, demuestran que son gran parte de la ciudadanía y los propios periodistas los que no tienen confianza en la veracidad de las informaciones.

En ese informe se ind2015-07-17 13_07_07-MadridVO _ El Ayuntamiento de Madrid en versión originalica:“Para los propios periodistas, el amarillismo, el sensacionalismo, el periodismo como espectáculo (57,5%) es la principal causa de la opinión negativa sobre los propios periodistas, seguida de los intereses políticos de los grupos editoriales, la falta de rigor, el intrusismo profesional, la falta de independencia, los intereses económicos de los grupos editoriales, la precariedad, los tertulianos y las tertulias y otros.”

  • Es cierto que se puede solicitar el derecho de rectificación ante una noticia errónea, carente de veracidad o difamatoria; pero todos los periodistas saben que esta es una de las asignaturas pendientes de nuestra democracia. Solo un fallo judicial puede obligar a que se cumpla ese derecho, pero la experiencia demuestra que esos fallos llegan tarde y cuando el daño provocado ya es irreparable. Un ejemplo de ello es la sentencia favorable a CCOO en su denuncia contra TVE, por la información que facilitó sobre la huelga general del 20 de junio de 2002; en octubre del año siguiente, cuando el periodista Alfredo Urdaci tuvo que leer el fallo en los telediarios porque le obligaba la sentencia, citó a ese sindicato deletreando sus siglas («c, c, o, o», dijo ) y no por su nombre, Comisiones Obreras, lo que se consideró una burla.
  • La web ‘Versión Original’ puede gustar o no, pero no es más que una herramienta de comunicación que se encuadra dentro de la Ley 19/2013, de transparencia, acceso a la información pública y buen gobierno, que en su artículo 12 establece: “Todas las personas tienen derecho a acceder a la información pública, en los términos previstos en el artículo 105 b) de la Constitución Española, desarrollados por esta ley».
  • La propia Comisión Europea dispone, desde hace decenios, de la web ‘Euromitos de la A a la Z,’ de las mismas características que la del Ayuntamiento de Madrid, y nunca ha recibido críticas de ninguna organización de periodistas.
  • Hay que recordar que el Código Europeo de Deontología del Periodismo, redactado por el diputado español Manuel Núñez Encabo y aprobado por unanimidad por la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, establece lo siguiente:

 “19. Sería erróneo deducir que los medios de comunicación representan a la opinión pública o que deban sustituir las funciones propias de los poderes o entes públicos o de las instituciones de carácter educativo o cultural como la escuela.

20. Ello llevaría a convertir a los medios de comunicación y al periodismo en poderes o contrapoderes (mediocracia) sin que al propio tiempo estén dotados de la representación de los ciudadanos o estén sujetos a los controles democráticos propios de los poderes públicos, o posean la especialización de las instituciones culturales o educativas correspondientes.”

La Junta Ejecutiva Federal de la FeSP considera que todas las críticas son totalmente admisibles y respetables, pero que no se deben sustentar en argumentos demagógicos porque así se confunde a la ciudadanía.

La FeSP hace un llamamiento al Ayuntamiento de Madrid y a todas las administraciones públicas, para que informen siempre con total transparencia, y también a los colectivos periodísticos y sociales para que las críticas a este tipo de medidas sean constructivas y encaminadas a mejorar la información de las administraciones públicas a los profesionales del periodismo y a la ciudadanía.

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